Ayer viendo la película "Más que hermanos" de Ramón Costafreda, 2005, recordé la ponencia de Sullens, C y Deneen, J. en el VI Congreso Internacional de AFIN del 2012 sobre la Atracción Sexual Genética (GSA) y que en su momento tanto me sorprendió.
GSA son las siglas que describen la aparición de una atracción sexual en familiares de 1º grado que han crecido separados y se reencuentran en la edad adulta. Esta atracción sexual cuando aparece, genera en las personas que lo sienten una confusión de emociones y un malestar intenso que les obliga a llevarlo en secreto. Este fenómeno parece ocurrir en algunos casos como consecuencia de la adopción, cuando se dan reencuentros entre familiares biológicos, pero, ¿de que está construida esta atracción sexual?
“Más que hermanos” es una película inspirada en la historia real de los hermanos de Cambre, Una pareja gallega que se enamoraron y construyeron una familia sin saber que eran hermanos, y cuya situación contribuyó al reconocimiento legal de las parejas de hecho.
Me parece un tema interesante y muy delicado ya que da lugar a hacer juicios éticos y de valor, juicios sobre lo que está bien o lo que está mal. Yo, que no me llevo nada bien con los juicios morales, me lleva preguntarme si como decía Freud, es la sociedad quien tiene que construir el tabú del incesto, o como decía Westermarck, cuando habló de la impronta sexual inversa, que es por este efecto psicológico por el que las personas que viven cerca durante los primeros años de sus vidas se vuelven insensibles a la atracción sexual entre sí. Aunque esta última teoría, a mi parecer, sería cuestionable cuando hacemos revisión de algunos famosos matrimonios entre parientes de 1º grado, como fueron el de Charles Darwin, Albert Einstein, H.G. Wells, Edgar Allan Poe, Jerry Lee Lewis, el ex primer ministro japonés Naoto, o Mario Vargas Llosa quien lo relata en su novela La tía Julia.
En mi opinión el fenómeno GSA señala, que una familia, no es aquella vinculada genéticamente sino aquella que se vincula a través del afecto, de la protección y de los límites y aquella en la que se instaura la prohibición del incesto.
¿Es posible que dos hermanos biológicos, e incluso una hija hacia su padre, que no han crecido juntos, se sientan atraídos sexualmente? Posible es, ahora, creo que esa no es la dificultad, la dificultad es la moral establecida y esa a veces es más fuerte que la propia
genética.